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Nuestra Historia

Historia de las Bodegas Vihucas

Los comienzos

A finales de de la década de los 70 del siglo XX, D. Victoriano Huerta Castro planta las primeras viñas en espaldera de La Mancha. Estaba convencido de que esta comarca podía dar uvas con calidad suficiente como para competir con otras zonas productoras con mayor reconocimiento en España. Como heredero de una tradición familiar bodeguera, en 1980 decide construir unas pequeñas instalaciones, en Villacañas provincia de Toledo, en las que elaborar sus propios vinos, en reducidas cantidades, con alta calidad y monovarietales: Cencibel en La Mancha (o Tempranillo según terminología riojana).

Así, en 1982 consigue elaborar su primera cosecha, que sale al mercado en 1986 con el nombre comercial “Vihucas“, con grandes problemas de comercialización a causa de su novedad y certificación de origen (hay que recordar que los vinos de Castilla La Mancha en esos momentos no contaban con el reconocimiento del mercado de vinos de calidad). A pesar de todo esto y con el paso de los años esta primera cosecha ha demostrado que la idea original era buena, considerándose, hoy por hoy, la añada 82 de VIHUCAS un vino excelente y pieza de coleccionistas.

A esta primera cosecha le siguen otras tres, de los años 1983, 1985 y 1989 que se dedican a la crianza.

La cosecha de 1988 se dedicó íntegramente a elaborar un excelente vino rosado que fue galardonado con la medalla de Bronce de la “XXVIII Feria Regional del Campo y de Muestras de Castilla la Mancha” (1989, Manzanares, Ciudad Real).

Al final del siglo XX

En 1994 la bodega recibe un nuevo impulso: se realizan obras de ampliación y modernización de las instalaciones y Bodegas Vihucas pasa de su capacidad inicial para elaborar unas 5.000 botellas, a 20.000.

Apoyados por el enólogo Jose Luís Núñez se continúa la elaboración de la cosecha propia de vinos principalmente cencibel.

En esta etapa se realizan importantes innovaciones en el proceso productivo. Se comienza a realizar la poda y la vendimia en verde, retirando racimos en la primavera, para ajustar la cantidad de fruto al potencial productivo de la planta.

También, para optimizar la calidad con que la uva entra en bodega, además de la vendimia manual selectiva, y desde el año 1998 se realiza la vendimia nocturna. Algo que no es una práctica en absoluto habitual en la zona, suponiendo una importante innovación en el proceso de elaboración del vino. Esta práctica permite que la uva entre fresca en bodega evitando los calores manchegos de las horas diurnas.

En el siglo XXI

El negocio familiar se refuerza por la incorporación en 2004 de Victoriano Huerta Carrascosa y su hermana María Ángeles en 2007. El relevo generacional está asegurado, y la empresa adquiere un nuevo impulso.

Los cambios se producen de forma vertiginosa, la ciudad rodea a la antigua bodega y los viñedos en los que estaba inmersa fueron trasladados a fincas agrícolas fuera del perímetro urbano de Villacañas. En la Finca La Sendilla se concentran 22 de las 26 hectáreas con las que cuenta Vihucas. En ella se han incorporado novedades varietales como el Merlot, el Graciano y el Chardonay.

En esta etapa la innovación reside en la viticultura: las nuevas viñas se han plantado tras un exhaustivo estudio climático y edafológico, que ha permitido determinar qué variedades y porta-injertos se adaptan mejor al terreno. La orientación de los liños es la adecuada al ciclo solar (15º noreste/sureste), lo que permite que el fruto reciba el sol en la mañana y esté más protegido en las tardes, los marcos de plantación son más altos de lo habitual, cuentan con doble alambrado para sostener la masa vegetal de forma óptima para el fruto y se incorporan equipos de alta tecnología que permiten el seguimiento dendrométrico diario mediante satélite para optimizar el uso de los recursos hídricos del terreno.

La capacidad productiva de la bodega se ha ido incrementando progresivamente hasta las 100.000 botellas, a la par que aumentaba la cosecha de uvas, con nuevas viñas y variedades. En la actualidad se elaboran monovarietales y ensamblajes con las variedades cencibel, merlot y graciano en tintos, y chardonay y malvar en blancos

Los vinos elaborados durante esta nueva etapa han mantenido la marca Vihucas, mejorado la calidad y adaptándose a los nuevos gustos del mercado. Por lo general son vinos muy gustosos, con mucho cuerpo, color y estructura que los hace idóneos para perdurar en el tiempo.

El futuro

Los retos de futuro nos exigen seguir innovando, incorporar nuevas técnicas de comercialización que permitan llegar a más público, hacer crecer la bodega y capacitarla para el incremento de uva de cosecha propia (la uva Malvar y nuevas cepas de merlot se plantan en 2011) y trabajar para certificar nuestros viñedos como cultivo ecológico (las prácticas agrícolas actuales ya lo son, pero no basta con que nosotros lo digamos),…y después, entusiasmo, ilusión y ganas de hacerlo cada día mejor auguran un futuro prometedor para Bodega Vihucas.